El pasado 25 de noviembre fue conmemorado el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, aprobado por la Asamblea General de las Naciones Unidas el 17 de diciembre de 1999.
Previamente en 1993 la Asamblea General de las Naciones Unidas aprobó la Declaración sobre la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, en la que se definió la "violencia contra la mujer" como:
‘Todo acto de violencia basado en el género que tiene como resultado posible o real un daño físico, sexual o psicológico, incluidas las amenazas, la coerción o la prohibición arbitraria de la libertad, ya sea que ocurra en la vía pública o en la vía privada’.
En dicha Asamblea se reconoció que era necesaria "una clara declaración de los derechos que se deben aplicar para asegurar la eliminación de toda violencia contra la mujer en todas sus formas, y un compromiso de los Estados y de la comunidad internacional en general para eliminar la violencia contra la mujer".
Los informes de la ONU Mujeres dan cuenta de cómo este sexo es objeto de violación, violencia doméstica y otras formas de agresión. De lo que no hablan los informes es de la violencia contra las mujeres en el vientre materno.
Es harto conocido el severo desbalance entre los índices de población de hombres y mujeres en países como China e India donde el aborto selectivo se ha tornado en un problema serio luego de que la determinación del sexo por ultrasonidos permite eliminar a las niñas no deseadas por razones sociales o económicas.
En China la proporción de hombres por cada 100 mujeres ha aumentado a 130 en varias provincias y se calcula que en los próximos 20 años habrá un exceso de entre el 10 y el 20% de hombres jóvenes en relación a las mujeres.
Este desbalance ya está teniendo repercusiones sociales, 94% de la población soltera son hombres entre 28 y 49 años. 97% de ellos no ha completado la escuela secundaria y se teme que la dificultad para casarse resultara en problemas psicológicos que incrementaran la violencia y el crimen precisamente contra las mujeres.
En India las disparidades también existen con índices tan altos como 125 en Punjab, Delhi and Gujarat en el norte.
En India las disparidades también existen con índices tan altos como 125 en Punjab, Delhi and Gujarat en el norte.
Contribuyentes de esta desproporción son las mismas organizaciones internaciones que intentan posicionarse en Latinoamérica: Marie Stopes International, la International Planned Parenthood Federation y el Fondo de Población de las Naciones Unidas. Ellos son los encargados de llevar a cabo los abortos y esterilizaciones forzadas en aras de la ‘planificación familiar’ y el control poblacional.
Luchar para erradicar la violencia contra la mujer implica respetar primero el derecho más elemental de todo ser humano: el Derecho a vivir.
En segundo lugar implica crear políticas sociales que canalicen ciertas actitudes sociales, ofrecer educación y empoderamiento a las mujeres y buena calidad de los servicios médicos, especialmente a las mujeres embarazadas. Esto se logra con un compromiso positivo entre las comunidades, los líderes políticos y religiosos y las organizaciones no gubernamentales.