La cruzada por la vida este otoño ya esta en su día 28 y
solo en Estados Unidos se cuentan más de 341 niños salvados de la muerte.
La campana de 40 Días por la Vida empezó el 26 de Septiembre
y continuará hasta el 04 de Noviembre, más grande y más fuerte que nunca. Esta vez además de los 318 puntos en EUA, 7
provincias canadienses, dos ciudades australianas, 9 puntos en el Reino Unido y
cuatro ciudades en España, se suma la capital de Uganda, Kampala. Además nos
unimos los hispanohablantes en toda América Latina a través de la oración.
Desde que comenzó a llevarse a cabo la iniciativa han sido
muchas las vidas que se han salvado, pero además hay reportes de milagros y
bendiciones recibidas durante la campana que vienen como consecuencia del
sacrificio de los numerosos voluntarios que a pesar de los maltratos que
reciben por parte de algunos transeúntes, se mantienen firmes y decididos a
luchar por el fin del aborto.
Las historias que se conocen son increíbles y emocionantes
como la que cuenta Julie desde Wilmington, Delaware: ‘‘Habia una fila larga para entrar en la
clínica de abortos. Mientras una muchacha joven esperaba, escuchaba los cantos
de los participantes de la vigilia de 40 Días por la Vida. Cuando salió de la
clínica fue a hablar con los participantes y les dijo que mientras estaba en la
fila, uno de los cantos se quedo pegado en su cabeza. Cuando entró en el
abortorio pidió un ultrasonido y una vez que vio a su bebé, simplemente se dio
cuenta que no podría continuar con el aborto y que no quería volver a ver ese sitio nunca mas en
su vida’’.
Mary desde New Orleans cuenta que una mujer hablo con un
consejero fuera de la clínica de abortos
y en lugar de entrar allí, decidió ir a un centro de crisis de embarazo. Luego
confirmó que iba a tener a su hijo ahora que había encontrado la ayuda y los
recursos necesarios.
Otra mujer caminó hacia los participantes para agradecerle
por sus oraciones. Dijo que unos días antes, iba en su carro para practicarse
un aborto y entonces rezo por una señal que la convenciera de no hacerse el
aborto. Cuando vio al grupo de 40 Días por la Vida a un lado de la calle supo
que era la señal que había pedido.
Estos testimonios son solo una pequeña ojeada del verdadero
impacto que tiene la oración y la presencia de los voluntarios. Pocas historias
que se hacen públicas, hay muchas más que permanecen desconocidas.
Seguimos rezando por el fin del aborto!
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