martes, 29 de marzo de 2011

El coraje de Briony Mackie Parte 2

Con el apoyo de su médico, quien durante el embarazo se mantuvo dedicado protegerla a ella y a Félix y el soporte de familiares y amigos cercanos, paso los meses más duros de su vida.
 Mientras ella y su familia se preparaban para lo que serían las pocas horas que viviría Félix Enmanuel, los conocidos con quienes se encontraba en el colegio de sus hijos o en la calle la felicitaba, sin saber la realidad completa.
Briony se decidió a disfrutar su embarazo como los tres anteriores. La familia se hizo con un monitor portátil que les permitía escuchar reunidos los latidos del corazón de Félix.
Félix nació el tercer trimestre y fue recibido en una familia que lo esperaba deseosa de conocerlo y amarlo. Fue arropado con una preciosa manta con su nombre bordado en azul. Sus hermanos mayores pudieron llevarle pequeños regalos y dibujos hechos por ellos mismos en los que plasmaron como mejor pudieron el cariño que tenían en el corazón para su pequeño hermanito que habían aprendido a amar desde hacía ya varios meses.
Pocas horas después de su nacimiento Félix Emmanuel fue despedido con todo el amor que su familia pudo ofrecerle.
Solemos olvidar que la discapacidad y la muerte forman parte de la vida. El mundo es que vivimos nos quiere hacer creer que la felicidad es tener una vida ‘perfecta’ y libre de dolor. Nada más lejos de la realidad. La felicidad consiste en apreciar lo que tenemos y en no desear lo que no tenemos.   
Cuando Briony relata la historia su cuarto hijo la audiencia que la escucha no puede contenerse y la mayoría de los presentes lloramos con una profunda conmoción que pocas situaciones en la vida provocan. Pero Briony no llora mientras habla de su experiencia, a veces parece que va a quebrarse pero justo en ese preciso instante un brillo resplandece en su mirada y es como si una fuerza externa se apoderara de ella para darle un vigor invencible que la ayuda a seguir adelante.
Se trata de la huella profunda que le dejo el milagro de existencia de su hijo, el regalo precioso de la vida, la Bendición que fue y será por siempre su amado hijo Félix Emanuel.

El coraje de Briony Mackie Parte 1

Briony Mackie era una mama de tres niños deseosa de tener el cuarto. Después de considerarlo, ella y su esposo tomaron la decisión de agrandar la familia y poco tiempo después estaba embarazada de su hijo Félix Emmanuel.   Después de tres embarazos tranquilos y tres niños sanos la única expectativa que Briony podía tener era la ilusión de la espera por ver nacer al nuevo miembro de la familia. 
El primer ultrasonido le dio a la Briony la primera imagen de su vástago mientras la emoción y el entusiasmo crecía para toda la familia que ya se hacía a la idea de su nuevo integrante. Como pasa en estos casos, para los futuros padres, los hermanitos pequeños del bebe, abuelos, familiares y amigos, para todos él bebe por nacer era el tema de conversación.    
Hacia el segundo trimestre, el segundo ultrasonido confirmaría un hecho que ninguna madre quisiera que ocurriera. Su esperado niño no estaba desarrollándose como debía, crecía con una forma de anencefalia,  y esto tendría consecuencias determinantes para su supervivencia. Félix tenía una alta probabilidad de morir en el vientre de Briony o inmediatamente después del nacimiento si es que lograba llegar hasta ese momento.
No es difícil imaginarse como se le vino el mundo a Briony. Aun peor, para el momento de recibir la noticia, su esposo estaba de viaje por trabajo en Hong Kong, así que ella no tuvo otra opción más que esperar en silencio hasta que la diferencia horaria les permitiera la comunicación.  
Briony y su esposo aceptaron que era Félix en sus vidas, ellos lo deseaban intensamente y les fue concedido. Nadie es perfecto, todos tenemos defectos, condiciones, vulnerabilidades.  Fue muy difícile y doloroso, pero para Briony y su familia saber cuan frágil crecía Félix, significo la oportunidad de determinarse a vivir con la mayor intensidad posible, el tiempo que el pequeño estuviera con ellos.
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