Zhenjiang, una ciudad pintoresca con historia milenaria en la provincia oriental china de Jiangsu. Allí se encuentra el hogar de Xia Jingsheng y su hijo Sun Jifei.
Devastadoramente para Xia Jingsheng , Sun Jifei entró en coma después de un accidente de tránsito en Septiembre de 2004. Los esfuerzos médicos fallaron al tratar de devolverle la consciencia a Sun Jifei quien permanecía totalmente inmóvil.
Los doctores perdieron la esperanza de una recuperación. Después de un ano de evaluaciones, Xia Jingsheng fue informada que nada podría hacerse por el hijo.
Fue entonces cuando Xia Jingsheng decidió que jamás renunciaría a perder la esperanza de la recuperación de su hijo, aunque ello implicara atenderlo durante décadas.
El conductor responsable del accidente no pudo responder financieramente por los costos médicos, así que Xia y su esposo se vieron obligados a vender su casa para costear el tratamiento médico necesario para Sun Jifei. Sin embargo su condición se mantuvo igual después de dos operaciones mayores.
Luego de agotarse el dinero obtenido por la venta de la casa, los padres de Sun Jifei tuvieron una reunión familiar en la que todos los miembros de la familia opinaron que lo mejor era renunciar a la esperanza de que Sun algún día se recuperara. Xia no estuvo de acuerdo y les hizo saber que mientras Jifei respirara, ella persistiría en conseguir proveer a su hijo de los tratamientos y los cuidados que pudieran revertir su condición.
A la familia no le quedó más remedio que ceder ante la persistencia de Xia quien logro obtener un préstamo de 300.000 Yuanes por parte de familiares y amigos. Con esta suma de dinero logro que Sun fuera operado por tercera vez. Increíblemente luego de 7 años de permanecer en coma y 25 días después de la cirugía Xia escucho a su hijo susurrar.
‘Le pregunte a mi hijo si me estaba llamando, el me respondió que sí. En ese momento rompí en llanto’.
Debido al tiempo que Sun Jifei estuvo en coma, sufrió una esclerosis lateral amiotrófica, una enfermedad degenerativa de tipo neuromuscular por la cual algunas células del sistema nervioso disminuyen gradualmente su funcionamiento y mueren, provocando una parálisis muscular progresiva de pronóstico mortal. Xia se las arrelgo de nuevo para ayudar a su hijo en el largo y terrible proceso de rehabilitación.
Con la ayuda y perseverancia de Xia, Sun Jifei pudo eventualmente volver a caminar casi como lo hacía antes asombrosamente a los ojos de los médicos que lo creyeron imposible.
No fue asi para Xia, quien no dudo ni por un momento del valor que tenía la vida de su hijo.
El milagro de la familia de Xia es hoy conocido por todos en Zhenjiang.