miércoles, 22 de febrero de 2012

Rick Santorum: Acérrimo defensor de la vida y la familia Parte II

Rick Santorum con su hija menor Isabella
A diferencia de Gabriel, la condición de Bella fue diagnosticada 3 días después de su nacimiento. Al primer momento significo una enorme crisis para Santorum quien revivió su sufrimiento con Gabriel. Pero al ver a la pequeña batallar por su vida no pudo sino conmoverse y comprender que su hija era un regalo de Dios y que estaba viva por una buena razón.   
Rick y Karen decidieron amar y cuidar de Isabella de la misma forma como lo han hecho con sus otros 6 hijos a pesar de lo difícil y retador que pueda ser. Han logrado salir adelante juntos en familia. Bella se ha convertido una gran bendición para todos.
Y aunque la supervivencia de los pacientes con síndrome Edwards no supera el año de vida, contra todo pronóstico Isabella ha superado los tres años!. Recientemente Rick Santorum ha reconocido que estos niños especialmente valientes tienen mucho que enseñarnos al resto de nosotros.
En el marco de escándalo por el Obamacare, Rick Santorum ha criticado la pretensión de Obama de que los empleadores paguen por los exámenes prenatales que permitirían un diagnostico que derive en aborto.
En esa misma línea, le ha recordado públicamente al Presidente Obama el hecho de que en los Estados Unidos la mayoría de las amniocentesis terminan en abortos, eliminando a los discapacitados de la sociedad en lugar de ofrecerles servicios y condiciones médicas que mejoren su calidad de vida. Se trata pues de una sociedad en la que los más débiles no tienen siquiera derecho a existir.
Hay quienes critican que Santorum haga campaña con su hija enferma. Pero el ejemplo que él y su familia han dado es digno de ser imitado por los demás dirigentes políticos no solo de los Estados Unidos, sino del resto del mundo. Las sociedades necesitan conocer ejemplos valientes de líderes que salen adelante a pesar de las adversidades y sin miedo a los retos que se puedan presentar.
Por otro lado, su esposa Karen no viaja con él y está en casa con Bella y los demás hijos del matrimonio. Sí lo acompaña su hija mayor Elizabeth, de 20 años quien ha pospuesto sus estudios por un tiempo para cuidar que su padre duerma y se alimente bien.
Rick Santorum con su hija mayor Elizabeth

Rick Santorum: Acérrimo defensor de la vida y la familia Parte I


El ‘Padre coraje’ (como fue llamado hace algunas semanas) disfruta de su mejor momento en las encuestas a la nominación presidencial por el partido republicano en los Estados Unidos.

Y es que Rick Santorum no es solo el admirable padre de 7 hijos educados en casa, sino que se ha convertido en una de las figuras políticas más vigorosas en hacerle frente al Presidente Obama y a sus medidas contra la vida humana y contra la familia.

Como se sabe, Obama intenta imponer una ley que obliga a los empleadores a pagar abortos y anticoncepción, una ley que violaría la libertad de consciencia de los empleadores que no estén de acuerdo con financiar la muerte de inocentes.  

Su oposición no se ha limitado al problema del aborto, sino que se ha ocupado también de denunciar la eugenesia (eliminación de bebés con ‘defectos’) por síndrome de Down o cualquier otra enfermedad o condición; y el aumento en el número de abortos de bebés con alguna discapacidad que se ha producido como consecuencia de la campaña abortiva de Obama.

Rick y su esposa Karen conocen de primera mano la experiencia de tener un hijo con necesidades especiales, su hija Isabella posee una rara enfermedad genética conocida como síndrome de Edwards. Esta condición produce un severo retraso en el crecimiento, malformaciones faciales y defectos cardiacos.

La mitad de los niños que nacen con la enfermedad mueren antes de cumplir una semana de vida; casi en el 100 por ciento de los casos los médicos recomiendan que estos embarazos sean terminados con un aborto.

Pero antes de la llegaba de Isabella y durante el embarazo de su hijo Gabriel, los esposos Santorum vivieron la experiencia de recibir un ‘diagnostico letal incompatible con la vida humana’. Un médico les dijo que su hijo que venía en camino sufría un defecto fatal y moriría en cualquier momento. En la gran mayoría de los casos, estos diagnósticos derivan en abortos.

Para Rick y Karen el aborto nunca fue considerado como una opción. Gabriel nació vivo y fue recibido por su familia como un regalo y disfruto de todo el amor que sus padres y hermanos le profesaron durante sus dos horas de vida.

Un tiempo después de la partida de su hijo, Karen escribió el libro ‘Cartas a Gabriel’, donde relata sus vivencias y la bendición que significo su pequeñito. Su testimonio ha acompañado a innumerables madres en la dolorosa experiencia de la pérdida de un hijo recién nacido.