Jen y Larry Kilmer se conocieron siendo ambos maestros de escuela secundaria y entrenadores de futbol. Sus respectivos equipos se enfrentaron en un partido local y tres años después decidieron casarse.
Ambos estuvieron de acuerdo en aceptar tener los hijos que Dios les mandara.
Nueve meses y medio después de su matrimonio nació su primer hijo. Once meses y medio después, nació el segundo. A los pocos meses llego el tercero, el cuarto… hasta llegar al onceavo que nació apenas hace un año.
Así, la familia está conformada por Larry (53) quien sigue trabajando como maestro de escuela secundaria, su esposa Jen (45) y sus hijos Christina (12), Joe (11), Michelle (10), Julie (10), Tommy (9), Steven (8), Matthew (7), John Paul (6), Larry (4), Rosemary (3), and Peter (1), ninguno de ellos gemelo.
Esta increíble familia de Maryland, EUA, se las arregla para mantenerse relajada mientras llevan adelante los que algunos considera un estilo de vida imposible.
Aunque llevan a cuestas años de cansancio físico, mental y emocional, reconocen que se divierten mucho. Pueden jugar un partido se futbol ellos solos, no todas las familias pueden decir eso!
Los Kilmer son prueba de que las familias numerosas son capaces de existir y sobrevivir en ciudades como Washington, con algunos sacrificios claro está.Se levantan a las 5 de la mañana y se acuestan a las 9 de la noche, están llenos de retos diarios pero también de bendiciones, incluyendo los estrechos lazos que comparten los hermanos.
Necesitan una camioneta de 15 pasajeros para salir juntos. Consumen 9 litros de leche al día y dos bolsas enteras de pan.
A pesar del caos que podría representar una familia de estas características, el hogar es ordenado y armónico. Las camas son hechas a diario, la ropa limpia está perfectamente doblada y los niños ayudan en todas las tareas de la casa.
No tienen ayuda externa excepto alguna eventual de los abuelos.
En un momento en el que los índices de nacimiento disminuyen de manera alarmante, las familias numerosas como la de los Kilmer están produciendo los trabajadores que vendrán a sostener a los mayores del el futuro.
Pero además, es bien sabido que la familia numerosa ayuda a inculcar en sus miembros las virtudes que se necesitan para vivir en sociedad. Se trata de poner las necesidades de los otros primero, esto hace que se cree un ambiente solidario y muy cercano; el entorno ideal para sensibilizar a los líderes del mañana.
Jen y Larry decidieron serenamente poner total confianza en la Providencia de Dios, un concepto muy difícil de aceptar para una sociedad de contraceptivos donde se pretende mantener el control sobre todo lo que sucede diariamente. Y basta ver los rostros de la familia Kilmer para darse cuenta del éxito de su decisión!