Vía Daily Mail
Rick Van Beek y su esposa Mary viven en Byron Center,
Michigan, Estados Unidos. Ambos sufrieron un duro golpe cuando su hija Madison
fue diagnosticada con parálisis cerebral dos meses después de nacida.
Rick cuenta que fue uno de los peores días de su vida.
‘’Todo el mundo reza para que sus hijos sean saludables y durante ocho años yo
aun deseaba que ella fuese una niña normal’.
Madison no puede hablar o caminar y su cerebro funciona como el de un
bebé de tres meses.
Una de las pocas cosas que su familia sabe que le gusta es
estar al aire libre o en el agua sintiendo la brisa en su cara y en sus
cabellos. Esto lo descubrieron cuando Rick vio a su hija participando en el
Maratón de los Grand Rapids hace más de cuatro años y su perspectiva sobre la
condición de la niña cambio radicalmente. Entonces pudo ver el rostro de Maddy
lleno de alegría al tiempo que era remolcada por otro participante.
‘El hecho de haberla visto tan feliz y disfrutando de cada
golpe del camino fue más de lo que yo podía resistir, me emocione hasta las
lagrimas’ cuenta.
Para entonces, diariamente Rick fumaba dos cajetillas de
cigarrillo y masticaba una lata de tabaco. Poco después de ver a su hija en el
Maratón decidió dejar el cigarrillo y apostar por hacer a su hija feliz.
Totalmente fuera de forma y consciente de que era un fumador
pesado, se dio cuenta de lo beneficioso que podría ser para él cambiar su
estilo de vida. Empezó a entrenar para las carreras al aire libre. Perseveró en ganar una buena condición física
por su hija y al mismo tiempo recaudó fondos para varias fundaciones.
Hoy con 39 años, ha participado en más de setenta eventos
que incluyen medios maratones, triatlones y otras competencias al aire libre
como parte del llamado ‘Equipo Maddy’ en honor a su hija.
En agosto pasado completaron juntos el triatlón Sprint de
Sanford y Sun que incluía 483 metros de natación, 20 kilómetros de ciclismo y 5
kilómetros ce carrera.
Para la prueba de natación Rick remolcó a su hija sobre del
agua en un kayak y luego hizo lo mismo
sobre el asfalto para la prueba de ciclismo con la ayuda de un pequeño carro.
Finalmente corrió los últimos kilómetros empujándola en un coche.
Completaron juntos el agotador triatlón y la hazaña de
resistencia de Rick, una muestra del amor que siente por su hija Madison, ha
hecho que mucha gente lo llame el padre del siglo.
Rick admite que ha sido un camino largo, lleno de golpes
pero que ha valido la pena. También reconoce que si ella no fuese como es, el y
su esposa no serian quienes son hoy en día.
Pero la familia Van Beek no ha sido la única bendecida
gracias a Maddy. Muchos espectadores han comentado que se han sentido
conmovidos por la devoción de Rick hacia su hija y reconocen que verlo correr con Maddy es muy
inspirador.
La presencia del ‘Equipo Maddy’ es siempre uno de los
acontecimientos más destacados en los eventos en los que han participado.
Y es que Madison ha cambiado la vida de mucha más gente de la
que el mismo Rick conoce. Y ello sin hacer nada, solo estando allí afuera. Él
le da todo el crédito a ella y reconoce que son un buen equipo.
‘’La emoción me inspira y me lleva a hacer las cosas que
hago’’ escribió en su blog el ano pasado. ‘‘Llámenlo inspiración, llámenlo
motivación, lo que ustedes quieran, yo lo llamo AMOR. Eso nunca se desvanecerá.
Ella es mi corazón y yo soy sus piernas, aunque algún día puede que ella no
este físicamente conmigo, siempre va a estar en mi corazón, animándome
tranquilamente’’.