Marshall y Winnie Kuykendall son norteamericanos, residen en Nuevo México y tienen 103 y 102 años, respectivamente.
El pasado febrero Marshall y Winnie fueron reconocidos por la organización pro-familia Encuentro Matrimonial Mundial como el matrimonio más longevo en el mundo después de que el 14 de Febrero de 2011 cumplieran 82 años de vida compartida.
La organización Encuentro Matrimonial Mundial presente en más de 90 países, recibió 312 nominaciones para el concurso que duro 4 meses. El concurso se llevo a cabo con el objeto de premiar a las parejas de matrimonios más largos, dejando clara evidencia de que es posible llevar el casamiento felizmente a través del tiempo.
Marshall y Winnie se casaron en 1929 a los 21 y 20 años respectivamente, cinco meses después de conocerse, tienen una hija que ha estado casada durante 56 años y quien a su vez tuvo dos hijos.
Con motivo del reconocimiento la pareja ha ofrecido generosamente el testimonio de su unión. Han dicho en diferentes entrevistas que cuando se casaron hicieron el juramento de permanecer juntos hasta que la muerte los separe y durante los años compartidos se han asegurado de honrar su promesa con amor y perseverancia
Entre los concursantes se encontraban 100 parejas con más de 70 años de casados y 155 matrimonios de entre 60 y 69 años de duración hasta el momento de entrar en el concurso.
Los organizadores del evento resaltaron el honor y el privilegio que representaba para ellos reconocer el compromiso matrimonial mantenido por Marshall y Winnie. Son realmente una fuente de inspiración y un símbolo de esperanza para todos nosotros.
Además de la promoción de la institución del matrimonio, la organización pro-familia lleva a cabo un programa de enriquecimiento matrimonial muy original y actualizado, que ofrece un escape de las distracciones de la vida cotidiana y da la oportunidad de que los cónyuges se centren en la pareja. En lugar de simplemente escuchar conferencias acerca de cómo mejorar el matrimonio, abre una ventana para la exploración y solución de las necesidades especificas de las parejas.
En la mayoría de los países la organización tan solo pide una colaboración monetaria a criterio del matrimonio participante según sus posibilidades económicas.
Cuantos matrimonios podrían salvarse con un poco de tiempo y esfuerzo de los cónyuges! La recompensa al esfuerzo es invalorable: una vida plena y llena de alegrías en familia!