Después de presenciar la lucha silenciosa de un ser humano indefenso, Abby Johnson comprendió que no podría continuar ayudando a otras mujeres a tener abortos.
Dejo su puesto como directora de la clínica y se unió a la Coalición por la Vida con el objetivo de ayudar a entender la verdad acerca de aborto.
Inmediatamente y en pánico por la idea de perder clientes y empleados, ‘Planned Parenthood’ acudió al sistema de justicia para pedir que se le impidiera a Abby Johnson hacer comentarios relacionados con su trabajo en la clínica, con la organización y con el tratamiento que ofrecen a las mujeres. La disputa duro más de un ano, durante el cual ella se dedico a escribir su libro ‘Unplanned’ donde cuenta sus experiencias y su conversión de la Iglesia Episcopaliana al catolicismo. Allí también explica el programa de Planned Parenthood: hacer dinero incitando a las mujeres a abortar.
Los intentos de Planned Parenthood por callarla y los ataques personales que le profirieron fueron en vano, en su lugar se despertó un interés considerable en los medios de comunicación norteamericanos por la historia de Abby Johnson quien se ha pronunciado rechazando la anticoncepción y ha defendido la sexualidad dentro del matrimonio como una afirmación de la vida. Ha declarado que participara activamente en la campaña 40 días por la Vida que comienza el próximo 9 de marzo en Estados Unidos y en otras ciudades del mundo.
Abby Johnson, se dio cuenta que son otras las necesidades reales de las mujeres en crisis. Ha declarado quelas mujeres en crisis no necesitan una “solución rápida”, pues esa ‘solución rápida’ viene acompañado de una pena emocional que dura toda la vida. Según sus propias palabras, entrar en una clínica como una madre y salir de ella sin serlo, causa a las mujeres y a sus familias un dolor inimaginable.
‘’No me di cuenta de esta realidad hasta que yo misma fui testigo de un aborto guiado por ecografía. Ver un cuerpo perfectamente formado que huye del instrumental del aborto y ver como es hecho trizas, me despertó en todos los sentidos.
Me di cuenta de que estas mujeres necesitan ser respetadas y que se les dé el tiempo necesario para sopesar cada elección disponible con sus pros y contras.
Necesitan compasión, un hombro sobre el cual llorar, una persona que les escuche y lo más importante alguien que las anime porque se merecen algo mejor que un aborto’’.
Actualmente está trabajando con la organización pro-vida, 40 Días por La Vida, que comenzará su próxima campaña el 9 de marzo con el objetivo de llegar de forma pacífica a las mujeres que lo necesitan.
Necesitan compasión, un hombro sobre el cual llorar, una persona que les escuche y lo más importante alguien que las anime porque se merecen algo mejor que un aborto’’.
Actualmente está trabajando con la organización pro-vida, 40 Días por La Vida, que comenzará su próxima campaña el 9 de marzo con el objetivo de llegar de forma pacífica a las mujeres que lo necesitan.
Tal y como Abby Johnson lo ha expresado, ser pro-vida significa educar de verdad a las personas en las libertades que determinarán sus vidas.
Las clínicas abortivas continuarán acumulándoles a las mujeres que allí acuden crisis sobre crisis; nosotros como pro-vida, continuaremos ofreciéndoles esperanza y un mejor futuro a pesar de sus problemas.