Los argumentos a favor de la vida siempre son irrebatibles, pero verle la cara humana a los argumentos tiene una contundencia que no logra ningún razonamiento. Esa es la impresión que deja Gianna Jessen al contar la historia de su vida.
Gianna no debería estar viva, el 6 de Abril de 1977, a los siete meses y medio de su concepción, su madre de 17 años se sometió a un aborto voluntario con solución salina, un método que consiste en acabar con él bebe en el vientre por medio de una inyección ácida que lo quema vivo. Después de 18 horas de haberle inyectado el ácido, Gianna llego al mundo viva para sorpresa de su madre biológica y de los empleados de la clínica abortiva.
Normalmente cuando esto sucede, los bebes son abandonados en una habitación contigua para que mueran de asfixia debido a su inmadurez pulmonar. Pero Gianna se salvó milagrosamente debido a que para el momento de su nacimiento, no se encontraba presente el medico abortivo sino una enfermera de guardia quien rápidamente llamo una ambulancia para trasladar a Gianna a los cuidados neonatales de un hospital.
Aunque había sobrevivido a pesar de nacer pesando menos de un Kg, los médicos advirtieron que la abrasión química le dejaría una parálisis cerebral que le afectaría permanentemente. Previnieron también que no sería capaz de sostener su cabeza sin ayuda, sentarse, gatear o caminar. Milagrosamente Gianna empezó a caminar a la edad de 3 años con la ayuda de soportes. Hoy en día después de cuatro cirugías cojea, pero camina sin otra ayuda que una prótesis en su pierna y hasta participa en maratones en diferentes ciudades del mundo.
Después de transcurridos tres meses internada en los cuidados intensivos del hospital, transitó por varios hogares de cuidado hasta que fue recibida en la que hoy es su familia adoptiva y que ha cuidado de otros 56 niños. Gianna cree firmemente que está en el mundo por la Gracia de Dios, que fue quien le permitió vivir y caminar a pesar de su parálisis cerebral des pues de las oraciones de su familia.
En los últimos años ha sido invitada de honor en el Congreso de EUA y en la Cámara de los Comunes en Londres. Se ha dedicado a viajar para contar su milagrosa llegada y permanencia en el mundo, llevando esperanza e inspiración a quienes la conocen para que defiendan el derecho de los que no tienen voz.